La ciencia de la Psicología es una ciencia moderna y reciente que se nutre de teorías para explicar el comportamiento del ser humano. Hoy explicaremos qué hay detrás del comportamiento social y de las relaciones humanas, ya que nuestra experiencia clínica afirma que es una de las demandas principales a abordar en Psicoterapia.
Los seres humanos somos seres sociales. Nuestro afán de pertenecer a grupos, relacionarnos y nutrirnos de esa relación nos lleva a aprender en relaciones aspectos sobre los demás, sobre el mundo y sobre uno mismo.
De esto mismo se dieron cuenta varios autores, principalmente John Bowlby, Mary Main y haver Shazan y Bradsaw, psicólogos psicoterapeutas especializados en estudiar el mecanismo sobre el cual se sustenta el aprendizaje de las relaciones humanas y su impacto en la vida infantil y adulta, lo que comúnmente es denominado Apego.
¿Qué es la Teoría del Apego?
Es una teoría psicológica abordada por varios autores que explica cómo los patrones en las relaciones humanas adultas se aprenden a partir de las interacciones tempranas en la niñez con nuestros cuidadores o figuras de apego principales (padres, madres, tutores, abuelos, profesores).
Si no vivimos que esos lazos de unión se caracterizan por la accesibilidad y la disponibilidad de nuestros cuidadores a nuestras necesidades, podemos crearnos unas expectativas muy pobres e inseguras sobre las relaciones, sobre nuestro propio autoconcepto y nuestra valía y sobre lo que cabe esperar de los demás y del mundo.
Además, crecer en ambientes de inseguridad configura determinan nuestra respuesta a las dificultades externas, a las separaciones de pareja y a nuestro autocuidado.
Diferentes estilos de Apego
Existen cuatro estilos de apego principales: Seguro, Ansioso-preocupado, Evitativo y Desorganizado.
Apego Seguro: Autoestima alta y confianza en uno mismo. Tienen una visión agradable de los demás y del mundo. Cómodos con la cercanía y la intimidad con los demás. Seguridad en que pueden controlar gran parte de su vida con sus acciones. Expresan sus emociones.
Ansioso-preocupado: Baja autoestima y desconfianza en uno mismo. Tiende a sobrepreocuparse de los demás y de sus relaciones por miedo al rechazo y al abandono, por lo que suelen tener relaciones ambivalentes y complicadas. Perciben el mundo como un lugar hostil y que no siempre pueden controlar su vida. Sus emociones les desbordan.
Evitativo: Autoestima alta pero desconfiado de los demás, sospecha de sus intenciones y no se sienten cómodos en la cercanía y la intimidad. Suelen ser más solitarios y muy autosuficientes. Visión negativa del mundo. Niegan sus emociones.
Desorganizado: Mezcla de apego evitativo y ansioso-preocupado. Suelen tener reacciones diferentes según la situación y la persona, por lo que tienen una visión fragmentada de sí mismos. Suelen ansiar la intimidad con los demás y a la vez sentir temor al conseguirla, por lo que realizan conductas extremadamente evitativas y autodestructivas.
Entonces ¿es siempre la infancia la que determina el Apego Adulto?
¿Todo se aprende en la infancia? No exactamente. Podemos desarrollar un apego seguro en la edad infantil pero vernos expuestos a experiencias relacionales dañinas que cambien nuestra forma de vincularnos, y viceversa (por ejemplo, una relación de pareja tóxica, una amistad profunda, una relación terapéutica reparadora).
Lo importante es saber conocernos para poder cambiar nuestro estilo relacional desde la consciencia.
Desde nuestro equipo realizamos una Psicoterapia basada en el apego, ya que entendemos la psicoterapia como un relación humana transformadora y reparadora, a la vez que es un enfoque central para entender y gestionar muchas de las dificultades que se nos trae a consulta.