Las lealtades familiares

jueves, Oct 28
las lealtades familiares

El término proviene de la Terapia Familiar Sistémica, que estudia los mandatos y la influencia del sistema familiar en las personas. Las lealtades familiares son un conjunto de creencias, roles y modos de ver la vida que se nos transmite y nos hace pertenecer a nuestra familia.

Los mandatos ayudan a mantener la familia unida a través de unos valores y forma de actuar comunes, lo que también ayuda a distinguir a una familia de otra y por lo tanto, sentirse en pertenencia con esa familia. Muchos mandatos pueden ayudarnos a transmitir de generación en generación aspectos como la importancia del cuidado al otro, del respeto a las personas mayores y de la protección a las necesidades de los más pequeños, aspectos que ayudan a consolidar una familia fuerte y resiliente.

Sin embargo, a menudo también se transmiten mandatos con lo que no siempre podemos estar de acuerdo con ellos. Todos tenemos lealtades familiares que, más que ayudarnos a sentirnos bien, duelen. A veces se siente como un peso impuesto más que como un apoyo, como una expectativa sobre nosotros no hablada que parece incuestionable.

En nuestro propio circulo podemos vernos sometidos a chantajes, presiones, invalidación emocional y conversión de roles. No siempre podremos cambiar a nuestra familia ni compartir la misma visión de la vida, por eso debemos saber responder a aquello que nos genera malestar de la mejor forma posible, comunicando nuestras decisiones sin necesariamente dañar el vínculo.

Algunos mandatos que pueden ser peligrosos

  • No lloramos ni mostramos nuestros sentimientos – Las emociones son universales y cumplen una función, no un signo de debilidad
  • Sé perfecto – Más bien, sé como tú eres
  • El adulto tiene la razón y los niños callan – Los niños también tienen voz, y los adultos se equivocan. Equivocarse no debería implicar perder el vínculo con tus figuras de apego.
  • Los hermanos mayores tienen que cuidar a los hermanos pequeños – una cosa es el respeto y otra ser responsable de un hermano menor cuando aun somos niños y ni sabemos cuidarnos a nosotros mismos
  • El problema de uno es de todos – Eres un ser independiente de tu familia, tus problemas y tu privacidad son personales. Sus problemas no determinan tu futuro.
  • Ante todo, la familia unida – Si existen situaciones dañinas para todos, no justifican que se deba permanecer de por vida expuesto a ellas. Los límites son necesarios.
  • Siempre seremos más/menos porque eres de ésta familia – Tu trayectoria vital es única, puedes avanzar hacia otros caminos que no te limiten.

¿Cómo gestionar los mandatos familiares que no queremos heredar?

  1. Toma consciencia de los mandatos de tu familia, aquello que te ha sido dado.
  2. Cuestiona si te enriquecen o no como persona. No todos son malos
  3. Empieza a utilizar mensajes “yo”: yo quiero, yo deseo, yo elijo, yo soy. Aprende a conversar cuando detectes estos mandatos en familia de manera asertiva.
  4. Recuerda que es tu elección no seguir esos mandatos, pero eso no significa que tu familia no pueda decidir seguir con ellos. Cada uno decide que elige llevar en su mochila y qué desecha de su sistema familiar.

¿Por qué una Psicoterapia centrada en los demás y no sólo en el que viene a consulta?

A menudo se piensa que muchas de nuestras dificultades tienen que ver con nosotros y sólo nosotros, pero también es cierto que cada vez más se demuestra que la perspectiva relacional en psicoterapia ayuda a entender cómo el origen de muchas dificultades personales tiene que ver, en parte al menos, con nuestro círculo más cercano. Desde un enfoque más global como la Terapia familiar sistémica, que tiene en cuenta a la familia como posible factor que influye en la persona, podemos traer simbólicamente a la familia y explorar cuestiones que influyen en nuestro malestar actual para relacionarnos de una forma más saludable y comprometida con nosotros mismos.